Colaboramerica: punto de encuentro en Río

El taller de Lala Deheinzelin, siempre un éxito.
El taller de Lala Deheinzelin, siempre un éxito.

Pasó el Colaboramerica como un huracán de información, de amigos, de música. Durante tres días, del 17 al 20 de noviembre, más de 1500 personas nos reunimos en el City Rua Lab de Río de Janeiro, en la zona recién reurbanizada de Santo Cristo – Porto Maravilha. Un chaparrón de información y conexiones. Desde el plan C logramos asistir, ¡gracias a una de las becas de OuiShare!

La programación era desesperante, sobre todo para los que pretendíamos una cobertura 🙂 : más de 200 oradores en decenas de charlas y paneles que circularon en tres idiomas. De 10 a 19, había cuatro espacios simultáneos: Plenaria, con las charlas principales, algunas con traducción simultánea; Studio, un poco más chico, siempre repleto; Open Space, dedicado principalmente a paneles de intercambio de experiencias; y Holos, un espacio abierto dedicado a prácticas más físicas y espirituales, como clases de yoga y autoconocimiento. Una pena que no pudimos dar cuenta del minuto a minuto por falta de conectividad en el lugar.

Este era el programa de la plenaria el último día:

plenaria

Así se veía la plenaria:

plenariass

Este era el programa del Studio, donde se apelotonaron los fans de Lala:
studio

Y este, el programa del Holos. Abajo la foto de una actividad típica ; )

holos

relax

Y además, había un espacio maker con talleres todos los días, donde el sábado se celebró una hackatón sobre blockchain. Y un minimercadito de productos orgánicos y de comercio justo. Y  el patio, el corazón del encuentro, donde estaban los puestitos de comida y bebida y las reposeras y almohadones para propiciar la conversación. Porque de eso se trataba: de dialogar.

patio

antonin

 

Tradición y transición

Colaboramerica se presenta como un festival de nuevas economías, pero los temas fueron más allá de eso. Es cierto que hubo charlas dedicadas a negocios sociales, inclusivos y comercio justo. Pero también muchas otras dedicadas a discutir el potencial revolucionario o no de la tecnología blockchain; a debatir los mejores procedimientos de toma de decisiones colectiva; a plantear las diferentes maneras en que los ciudadanos pueden apropiarse del espacio público desde la base; a visibilizar el lugar de las minorías y cómo mejorar su accesibilidad a tecnologías y derechos; a explorar distintas formas de participación política; a discutir el concepto de desarrollo sostenible y los nuevos modelos de aprendizaje. Y presentaciones de casos, y entrevistas públicas, y conversaciones en grupos grandes y pequeños.

Aquí un resumen gráfico de algunas de las sesiones principales de la Plenária, realizado por las artísticas manos de Marcus Pibworth y Ieva Anciukeviciute, dos de los compañeros becados por OuiShare.

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Hacer, sentir, charlar, conectar, hacer

En la borrachera post evento cuesta poner en orden tanta información. Quizás lo más revelador estuvo en las experiencias compartidas: los colectivos que contaban sus iniciativas de participación ciudadana, la intervención publicitaria hacia el bien común, la empresa que logró un certificado para productos de trabajo cooperativo indígena que conecta el producto con el proceso y los productores. De las charlas teóricas, impactaron Matan Field y Mariana León con su convicción de que blockchain nos modificará más que internet; Gabriela Agustini del makerspace Olabi hizo su defensa de las tecnologías bajas; Diego Isabel de la Moneda y Julián Ugarte debatieron sobre la posibilidad de una economía centrada en el bien común y, como siempre, la querida Lala Deheinzelin fue ovacionada con sus propuestas concretas para alcanzar el Deseable mundo ahora.

Lo mejor del Colaboramerica, sin duda, pasó en los espacios comunes. Fue un gusto compartido conocer por fin en persona a cantidades de gente con la que ya estábamos previamente conectados de manera virtual; y mejor todavía conocer a gente nueva. Había personas de todo el continente americano, de España, Francia, Inglaterra, Suiza, Alemania y hasta Israel, pero la mayor presencia, por supuesto, era de los anfitriones brasileños, que llegaron desde todas las puntas del país.

fora

La realización del evento corrió a cargo de OuiShare, Sistema B y Materia Brasil, apoyados por decenas de organizaciones. La gente de OuiShare desembarcó con un equipo enorme: los fundadores Antonin Leonard y Benjamin Tincq, el conector para España y mundo hispano Albert Cañigueral y los conectores de toda América latina: Katia Morales Gaitán por México, Gustavo Palacios por Colombia, Yabed Contreras por Perú y Julia Briones por Chile.

Después de cuatro días de discusiones y meditaciones, hackeos y cerveza en vaso reutilizable, la fiesta terminó con música y baile a la brasileña. Las conversaciones siguen.

 

 

 

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