Entrevista a Mariano Fressoli: «La ciencia abierta restituye al dato como bien común»

Mariano Fressoli

Especialista en ciencia e innovación abierta y miembro fundador del centro Steps América Latina, Mariano Fressoli tiene un amplio recorrido en todo lo que refiere a economía colaborativa e investigaciones científicas y técnicas. Conocedor de los problemas de innovación y desarrollo sustentable, se refirió a los avances de la fabricación digital en los países periféricos en una charla con alumnos de la Universidad Abierta Interamericana. Destacó que las dos principales características de la ciencia moderna son la producción y la competencia, y que el principal objetivo de la ciencia abierta pasa por tratar de revertir este proceso de encerramiento a partir de la colaboración.

Fressoli formará parte de Comunes, encuentro internacional sobre economías colaborativas y cultura libre que se llevará a cabo de manera gratuita entre el 4 y el 7 de mayo en el Centro Cultural de la Cooperación y el Club Cultural Matienzo.

¿Cómo define la ciencia abierta y la innovación abierta? ¿Qué relación tienen con la economía colaborativa y la cultura libre?

Dos características que definen a la ciencia moderna son la colaboración para la producción de conocimiento y la competencia. La tensión entre ambas facilita la innovación y resolución de problemas. Sin embargo, en las últimas décadas la creciente profesionalización de la ciencia ha aumentado exponencialmente la competencia, muchas veces en desmedro de la colaboración. Por ejemplo, laboratorios que trabajan en el mismo tema o problema, aun cuando se encuentren en la misma universidad, a veces evitan colaborar, se retacean datos, mantienen el secreto sobre lo que están investigando, etc. A esto se suma la presión por patentar y las crecientes dificultades para acceder a publicaciones científicas que son pagas. Todo esto hace que el conocimiento que producen los científicos sea cada vez más inaccesible. Entonces, en lugar de ser un bien público, el conocimiento se transforma en un objeto escaso por el cual es necesario pagar para acceder; con ello se resiente la colaboración y la innovación.

La ciencia abierta trata de revertir este proceso de encerramiento de la ciencia moderna a partir de la apertura y la colaboración abierta. Las iniciativas de ciencia abierta se caracterizan por poner en libre disponibilidad una serie conocimientos y datos que antes no siempre se encontraban en el acervo público. Por ejemplo, proyectos como e-Bird permiten que los ciudadanos participen en la producción de datos mediante la identificación de aves. Esto acelera el proceso de recolección de la información. Cuando, como en el caso de e-Bird se juntan miles de entusiastas que pueden identificar aves a partir de una aplicación de celular, la masa de datos que se genera es enorme. Además, el proceso de apertura de la ciencia abierta se beneficia  de nuevas tecnologías de información y comunicación, y tecnologías web (incluyendo redes sociales), lo que ha creado oportunidades para aumentar la escala y acelerar el proceso de apertura y colaboración en la producción científica.  Hoy existen plataformas de datos abiertos; recursos educativos abiertos; publicaciones abiertas; sitios web que facilitan la publicación de notas de laboratorio; etc. Se abren así nuevos espacios de producción colectiva de conocimiento más allá de las estructuras formales. Este punto es clave porque permite que los datos científicos dejen de ser de uso exclusivo de los científicos y se conviertan en auténticos bienes comunes. La idea es que cuando más gente pueda acceder al conocimiento científico, mayor interés va a existir en la ciencia y el público va a tener más voluntad de participar, pero no como meros receptores sino como colaboradores y actores que puedan opinar sobre la orientación de la investigación científica.

¿De aquí a unos años, cuáles creen que van a ser las formas de producción que van a favorecer el crecimiento de los países periféricos en términos de fabricación digital?

Las tecnologías de fabricación digital acortan los tiempos requeridos entre el diseño y la producción, y así permiten acelerar los mecanismos de producción flexible de pequeñas cantidades de productos. Las herramientas de fabricación digital están generando una explosión de aplicaciones y usos, y en la actualidad se puede producir casi cualquier cosa por estos medios. Los usos actuales de la fabricación digital incluyen joyas, vestimenta, muebles, maquinas, alimentos, y prótesis, entre otros.

Estudios recientes muestran que la fabricación digital está dejando de ser un nicho reducido al prototipado y la experimentación y cada vez más empresas y emprendedores están utilizando esta forma de producción para la fabricación de pequeñas series de productos. Sólo en la medida que la fabricación digital se convierta en un espacio abierto y colaborativo es factible mantener la posibilidad de la apropiación local y la democratización de la producción.

¿Cómo ve el avance de las nuevas tecnologías en los países periféricos?

Existen un montón de nuevas tecnologías y nuevas prácticas que están modificando la forma de producir y de comprender el mundo. A mi entender, más que pensar en tecnologías puntuales, resulta interesante observar los procesos sociales que construyen esas tecnologías y como estas favorecen o reducen la libertad, la participación y la creatividad de las personas.

 

Mariano Fressoli participará el próximo jueves 5 de mayo desde las 12 en el la mesa de debate «Cultura Libre y Open Todo», dedicada a software libre, hardware libre, datos y ciencia abierta. Será en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Av. Corrientes 1543.

Yapa:

Paper «Technology for Autonomy and Resistance: The Appropriate Technology Movement in South America» (Tecnología para la autonomía y la resistencia: el movimiento de Tecnología Apropiada en Sudamérica) (En PDF, solo en inglés).

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