Entrevista a Neal Gorenflo: «Hay que construir cooperativas de plataforma cuanto antes»

Neal Gorenflo

Neal Gorenflo (@gorenflo), emprendedor experto en intercambio, es confundador de Shareable, a la vez una revista digital y un foco de acción y conexión para la transformación colaborativa. Residente en Mountain View, California, es uno de los mayores expertos en economía colaborativa de América del Norte. Desde Shareable, ha coeditado los libros Share or Die: Voices of The Get Lost Generation in the Age of Crisis (Compartir o morir: voces de la generación perdida en la edad de la crisis), el compendio de guías How to share, save money and have fun (Cómo compartir, ahorrar y divertirse) y la primera guía de políticas públicas para las ciudades colaborativas.

Además de compartir tiempo con seres queridos, historias, risas, y  libros, nos compartió algunas ideas sobre la economía colaborativa previas a su visita a Buenos Aires para el próximo Comunes: el encuentro internacional sobre colaboración que se va a desarrollar en Buenos Aires entre los  próximos 4 y 7 de mayo.

¿Cómo se define la economía colaborativa?

En Shareable, creemos que una economía de colaboración es de, por y para la gente. Se trabaja entre pares para resolver las necesidades de la vida sin ningún intermediario. La economía es un bien común. La economía es democrática. Los individuos y las comunidades tienen el control. Se aseguran lo que necesitan bajo la colaboración. La prosperidad es compartida.

Esto se opone a una economía de mercado en la que trabajás para ganar un salario para gastarlo en el mercado. Uno no está ligado a sus pares para cubrir las necesidades de su vida, uno está a merced de los intermediarios -su empleador y el mercado- para conseguir lo que necesita.

Este acuerdo no funciona por una sencilla razón: los empleadores son presionados por los inversores para mantener los salarios y el número de empleados lo más bajo posible. Esto hace que sea cada vez más difícil para los asalariados comprar lo que necesitan. Luego, las empresas empiezan a luchar porque menos gente puede comprar sus mercancías. Un pequeño número de personas logra hacerse rico, pero el 99% de las personas sufren. Y la economía va de crisis en crisis.

No es necesario ser economista para ver que se trata de un sistema estúpido. La economía  colaborativa es una salida.

¿Cómo ve el movimiento cooperativo en América Latina?

El movimiento cooperativo es la economía colaborativa original. Debe utilizar las nuevas tecnologías y modelos de negocio para ampliar su impacto. Por ejemplo, el movimiento cooperativo debe construir «cooperativas de plataforma» (donde los usuarios poseen y controlan una plataforma digital) para combatir las plataformas Estrella de la Muerte como Uber y Airbnb. Deberían hacer esto no sólo porque es lo correcto, sino porque de lo contrario las Estrellas de la Muerte pueden matarlos. Creo que es un momento de expandirse o morir.

¿Por qué? Uber, Airbnb, y los de su clase están utilizando el cambio de una economía de producto a una economía de servicios para convertir lo que solía ser una colección de mercados controlados a nivel local en los mercados globales que ellos controlan. Es más, una vez que una Estrella de la Muerte establece un monopolio mundial en un sector, planean entrar en mercados adyacentes. Por ejemplo, Uber ya se está expandiendo a la logística.

A través de varias plataformas, Silicon Valley está ejecutando una apropiación de territorio en casi todos los sectores de servicios. Es por eso que Uber recaudó más de $ 10 mil millones. Esa enorme suma no es para construir tecnología. La tecnología está al alcance de todos. Eso es un botín de guerra para dominar el mundo. Los monopolios son caros de establecer, los globales aún más. Es necesario ejércitos de grupos de presión y especialistas en marketing.

Esto es similar a los grandes explotadores de la Edad de Guilded que establecieron empresas dominantes en el petróleo, el acero de carbón, ferrocarriles, y mucho más. Sólo unas pocas empresas controlan cada industria. Se volvieron demasiado poderosos. Fijaban los precios. El gobierno rompió los fideicomisos.

Eso es lo que viene. Es por eso que el movimiento cooperativo no debe perder ni un minuto. Deben empezar a construir cooperativas de plataforma antes de que sea demasiado tarde. Los bárbaros están en la puerta.

Dado que cada vez más personas se unen a este movimiento, ¿cómo sería un día normal en una ciudad que se basa en la economía de colaboración?

Los ciudadanos de una ciudad compartida no tendrán un empleo. Ellos acordarán su libertad con su vecino. Serán miembros de media docena de cooperativas que existirán para servir a las necesidades básicas como vivienda, alimentación, energía, comunicaciones, transporte y mucho más. Los ciudadanos colaborativos tendrán un grado variable de responsabilidad en cada cooperativa, con una o dos que demanden la mayor parte de su tiempo.

Trabajarán solamente doce a quince horas a la semana. Tendrán un montón de tiempo libre, ya que no estarán trabajando largas horas por bajos salarios para pagar precios impulsados ​​por la especulación.

El tiempo libre es la libertad. Los ciudadanos colaborativos usarán su libertad para dedicarse a lo que les genere mayor satisfacción: la familia, las amistades, la práctica espiritual, el ejercicio, el arte, deliciosas comidas, celebraciones de todo tipo, el sexo, los proyectos comunitarios, el compromiso político. Estas actividades tienen mucho mayor rendimiento de satisfacción en relación al tiempo invertido que dedicarse a bienes de consumo. La adicción, la depresión y la ansiedad irán desapareciendo a medida que las personas llenen sus vidas con actividades significativas, encuentros sociales y experiencias de todo tipo.

Las elecciones tendrán una duración de dos meses, en los que se mezclará la celebración con la deliberación. La gente compartirá tormentas de ideas, banquetes, debates, manifestaciones, construirán juntos una plataforma a través de la democracia directa, y una vez que se vote la nueva plataforma festejarán durante toda la noche. La vida cívica será el relato central de una ciudad colaborativa. El proceso involucrará a todo el mundo. Será una aventura vivificante, que no se puede perder.

Suena como un sueño. En parte lo es, pero es de sueños que se construyen  las naciones. La buena noticia es que prácticamente ya estamos un poco ahí. La mayoría de las instituciones que necesitamos ya existen. Y ya estamos ahí en nuestros corazones. Todos estamos desesperados por ser libres.

¿Cuáles sería el atractivo de este tipo de vida para las grandes empresas?

Deberíamos preguntarnos qué tipo de sociedad queremos y trabajar para que ocurra. Pueden o no ser necesarias las empresas grandes. Esto es algo que tenemos que decidir. Otros arreglos nos pueden servir más.

¿Cuáles son los retos que plantea la expansión de la economía colaborativa?

Los retos son muchos, ya que exige un cambio sistémico. El reto más importante en este momento es simplemente crear conciencia de lo que es posible: que gracias a que las tecnologías para compartir, intercambiar y producir son ahora accesibles a casi todo el mundo, podemos crear lo que necesitamos nosotros mismos sobre una base de pares. No necesitamos grandes organizaciones jerárquicas que hagan todo por nosotros. Se ha abierto un camino de la crisis al renacimiento. Es hora de ir por ese camino. Es hora de crecer.

¿Qué expectativas hay en relación al impulso que pueden dar las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías sólo son importantes en la medida en que nos ayudan con nuestros principales desafíos como sociedad. La tecnología sólo puede avanzar en la solución de los principales desafíos hasta cierto punto, porque estos desafíos tienen su origen en los sistemas de gobierno rotos. Siempre se vuelve al punto de decidir qué tipo de sociedad queremos, y a partir de allí, decidir qué  se necesita.

Neal Gorenflo tendrá una agenda agitada en el encuentro Comunes:

-Dará una conferencia acerca del futuro de la colaboración en las sesiones de apertura, el miércoles 4 de mayo a partir de las 18.30 en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Av. Corrientes 1543.

-Participará de la mesa de debate «Los escenarios de la colaboración» el jueves 5 a las 10, en la sala Pugliese del mismo centro.

-Coordinará junto a Adriana Benzaquen la reunión libre «Medios de comunicación y construcción de movimientos en la economía colaborativa: las experiencias de Minka (América latina) y Shareable (Estados Unidos)» el mismo jueves de 15 a 16.30 en la sala grande del Club Cultural Matienzo, Pringles 1249.

-Participará de la mesa de debate «Ciudades comunes», el viernes 6 a las 10 en la sala Pugliese del Centro de la Cooperación.

Yapa:

Políticas para ciudades colaborativas

 

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