Semana colaborativa: final con ferias y fiesta
La primera Semana de la economía colaborativa cierra con un balance extraordinario: 100 coproductores de 32 ciudades de 11 países se unieron para festejar el poder de la colaboración. Hoy domingo, las últimas actividades, todas en tono celebratorio.
En el centro Buenos Aires, la Feria de Consumo Responsable ofrece productos reciclados y centrados en el cuidado ambiental: sombreros hechos a partir de sachets de leche, mochilas construidas con retazos de parapentes, joyas que reciclan material tecnológico, composteras domésticas y hasta una bicicleta que permite almacenar la energía liberada, entre muchas otras cosas. Además, habrá música en vivo y talleres.
Muy cerca, por segundo día la revista Hecho en Buenos Aires invita al festival A cultivar que se acaba el mundo: modos de vida sostenible, arte, comercio justo, cultura colaborativa y comunidad en el Pasaje San Lorenzo, San Telmo. Se ofrecen alimentos de productores familiares; pequeños muebles reciclados, indumentaria y otros productos de empresas sociales, publicaciones, arte y comunidad. De 10 a 16.
Un buen programa es enganchar la visita a esta feria con un almuerzo tardío en la Jornada Gastronómica Bioecon, muy cerca, en Humberto Primo 978. El plan es cocinar en conjunto frutas y verduras obtenidas sin dinero, comer en grupo y de paso interiorizarse de cómo funciona la plataforma de intercambios Bioecon. Hay que llevar plato, vaso, cubiertos, tupper, ganas de cocinar y creatividad; se agradecen los utensilios de cocina y las materias primas complementarias, como harina o azúcar.
Y por la noche, desde las 20, el equipo de organización de la Semana desde Buenos Aires invita a la fiesta de cierre, en Sr. Duncan, donde todo empezó. La idea es compartir las experiencias de la Semana, brindar y celebrar el camino que empieza.
En Chascomús, a solo 100 kilómetros de Buenos Aires, La Usina Cultura invita a una feria de colaboración desde las 16, en La Botica. Se trata de un espacio para compartir e intercambiar riqueza, de distintas formas: trueques, regalos, talleres, gratiferia. Para el evento se pondrá a funcionar la moneda Minka, que servirá para intercambiar bienes y servicios entre los participantes.
En Brasil, Maceió propone a las 10 la presentación del Proyecto de Publicaciones Colaborativas del Instituto para el Desarrollo de Alagoas, en la Plaza del Centenario. Y en Macapá, la casa Fora do Eixo de Amapá invita a un debate sobre economía colaborativa.
Finalmente, en Caracas, Venezuela, se repite el programa de ayer: el Primer Encuentro de Experiencias Culturales Productivas: #deRentistaAProductivo. Más de 20 experiencias de distintas partes del país intercambiarán sus saberes sobre economía creativa, social y solidaria, intentado y ensayando formas alternativas de producción, de propiedad, de atribución de valor y de participación en la cultura organizativa para el trabajo. En la Casa de las Primeras Letras.
La primera Semana de la economía colaborativa termina aquí, pero este en realidad es un comienzo: una invitación a sumar las redes y a practicar la economía colaborativa todos los días, reconociendo las propias riquezas y maximizando el aprovechamiento de recursos. Hay talleres, gratiferias, sistemas de intercambio sin dinero, medios para compartir autos, casas y espacios de trabajo todo el año. Lo único que falta es recordarlo.