Una idea demasiado buena: TrustCloud, herramienta para la confianza
¿Alguna vez les pasó de tener una idea tan buena que ya estaba registrada?
Tal como asegura Rachel Botsman, la confianza es la moneda del siglo XXI. Toda la economía colaborativa funciona en base a la confianza entre usuarios, y cuando (aún) no funciona, es porque falta este eslabón: ¿cómo puedo confiar en un desconocido para, por ejemplo, llevarlo en mi auto? Pero hoy hay distintos grados de desconocidos: pensemos, por ejemplo, en los “amigos” de Facebook.
Hace dos semanas participé de la Hackatón de la Buenos Aires Mediaparty con una idea loca: generar una herramienta para mejorar la confianza entre pares. Todos tenemos información personal en la web que podría ayudar a presentarnos como confiables. La idea era buscar un modo de reunir en un solo lugar toda la info que hace a la reputación que los usuarios obtienen de otros usuarios (perfiles y calificaciones de Mercado Libre, Taringa, Couchsurfing, plataformas para compartir viajes en auto como En Camello, sistemas de crowdfunding como Ideame, préstamos p2p y otros), así como a su actividad en las redes sociales (Facebook, Twitter, Linkedin).
Lo llamamos proyecto Confiá en mí. Aunque formamos un gran equipo, no logramos concretarlo: faltó tiempo y, sobre todo, conectividad. Pero nos fuimos convencidos de que era una gran idea, y hoy lo confirmé: es tan buena que ya existe. Se llama TrustCloud, y está online desde principios de 2012.
TrustCloud funciona tal como imaginamos Confiá en mí: como una herramienta de uso voluntario para quien quiera mostrarse confiable. No es una policía online que busca datos escondidos, sino que solo reúne lo que los propios usuarios proporcionan. Suma tres niveles: por un lado, busca la información de las redes sociales como Facebook, Twitter y Linkedin, que puede decir algo acerca de con quién una persona se relaciona. Por otro, toma en cuenta su comportamiento en las transacciones online, evaluando calificaciones de sitios como eBay, craigslist y toda clase de servicios colaborativos (AirBnB, sistemas para compartir autos o alquilar p2p). Además, verifica la identidad real por medio de sms, e-mail y correo físico, algo que también hace Couchsurfing. Al igual que en esta red, también incluye los avales propios de la red de usuarios de TrustCloud. Finalmente, junta esta información en un puntaje del uno al cien.
Según pregona su sitio, la intención de TrustCloud es “empoderar la economía colaborativa”. Es cierto que para funcionar requiere una cierta masa crítica que ya esté usando una variedad de plataformas colaborativas. Fuera de Estados Unidos habría que adaptarlo: en vez de tomar el comportamiento en redes como Relayrides, en Argentina pondríamos, por ejemplo, MercadoLibre o Taringa. Y a medida que el consumo colaborativo avance, crecerán las redes a consultar.
Es cierto, todavía falta caminar bastante para llegar a ese punto en Argentina. Pero la idea es buena, es simple, y existe. Lo demás es cuestión de tiempo, y de voluntad.