Semana de la Economía Colaborativa 2016
En 2014, la primera Semana de la Economía Colaborativa fue apenas una idea de unos pocos locos que en un par de meses hizo eco en grupos que produjeron actividades descentralizadas en veinte ciudades, de México a la Patagonia. En 2015 el surco ya estaba arado; entre las 95 actividades que se programaron pudimos sumar nuevas, como debates online y disco sopas, al ya tradicional repertorio de charlas, consultorías colaborativas, gratiferias y días de coworking abierto. Ahora tenemos el grato honor de lanzar ya la tercera edición: la Semana de la Economía Colaborativa 2016 propone siete días para celebrar, practicar y difundir la cultura del compartir. Y… y… solo podemos decir por ahora que si van a andar por Buenos Aires a principios de mayo reserven la fecha, porque se viene una gran sorpresa. Gran.
Pero sorpresas aparte, vamos al lanzamiento: ya está disponible el formulario para inscribir actividades a la tercera Semana, que tendrá lugar del 2 al 8 de mayo. ¿Qué tipo de eventos pueden inscribirse? Cualquiera que destaque el espíritu de la colaboración y que sea sin fines de lucro ni publicidad.
Las formas de hacer, pensar, diseñar, trabajar, comprar, vender, intercambiar, fabricar, viajar, enseñar, aprender y financiar entre pares mutan y se multiplican día a día. Los espacios de coworking y makerspaces pasaron de novedad a buena costumbre, así como los sistemas de bicicletas públicas y gratuitas. Los tradicionales mercados del productor al consumidor se difunden cada vez más gracias a internet, al igual que los huertos comunitarios. La web intensifica la circulación de objetos usados entre pares, tanto a través de plataformas de compraventa como de regalos, donaciones, préstamos y alquileres. El crowdfunding se populariza cada vez más, tanto en proyectos artísticos como sociales, y las finanzas entre particulares permiten independizar las necesidades económicas de los bancos. Cada vez más gente olvida los hoteles y se hospeda en casas particulares. Los bienes y servicios que usamos cada día se asimilan al software y los contenidos digitales: lo importante no es poseerlos, sino acceder a ellos. Todos los días, los grandes diarios de América latina reflejan alguno de estos cambios. Sin embargo, no hablan de economía colaborativa: no hay conciencia de que cada una de estas tendencias forma parte de un movimiento más grande. Por eso, la Semana de la economía colaborativa se propone difundir la idea de un cambio transversal que horizontaliza las relaciones de poder y los medios de producción.
Es una iniciativa de Minka Banco de las redes y El plan C para visibilizar estos nuevos modelos y apoyar y difundir el trabajo de quienes los lideran, en conjunto con otras redes y organizaciones locales, nacionales y regionales. Desde el sur impulsamos este movimiento global en busca de mayor participación, sustentabilidad, horizontalidad, transparencia y humanidad.