Cierra Tripda: menos opciones de carpooling

Tripda carpooling

¡Adiós! Según el portal TechInAsia, la compañía Rocket Internet cerraría próximamente Tripda, la plataforma global de carpooling fundada en Brasil en 2014. Personas relacionadas con Tripda Argentina confirmaron la información off the record. Tripda promueve los viajes compartidos en 13 países de América latina y el sudeste asiático, incluida Argentina. Aquí contaba con un estimado de decenas de miles de usuarios registrados, llevaba un fuerte trabajo de promoción del sistema en universidades y había sumado en 2015 la base de la plataforma local HagamosPool.

La noticia llega en los mismos días en que suena cada vez con más insistencia el rumor de que desembarcaría en la Argentina Uber, la app de viajes a demanda más amada y odiada. Amada por algunos usuarios que la consideran práctica, odiada por sindicatos y reguladores a lo largo y a lo ancho del mundo. Confundir a Tripda y a Uber en una misma bolsa de supuesta “movilidad colaborativa” es un error, ya que se trata de plataformas bien diferentes: mientras Tripda conecta a quienes viajan en la misma dirección para que compartan y reduzcan gastos e impacto ambiental, Uber propone que casi cualquier persona con un auto pueda ofrecer servicios de remís en un marco desregulado, pero fuertemente controlado por la compañía.

Lo que sí tienen en común Tripda y Uber es que las dos están (o estaban) sostenidas por fondos de capital de riesgo. Pero mientras Uber ya recaudó un récord de 8000 millones de dólares, Tripda levantó 11 millones en su primera ronda de inversión y no logró alcanzar un buen resultado en la segunda. Entonces, como cualquier empresa capitalista, cierra.

Hay que decir que son pocas las plataformas de carpooling (viajes compartidos) que han salido airosas de la búsqueda de capitales. El caso paradigmático es BlaBlaCar, líder en Europa, que consiguió 200 millones de euros en septiembre pasado. Pero la realidad es que, en el resto del mundo, compartir viajes entre usuarios no ha sido muy rentable por ahora. Tal como decíamos, la economía colaborativa no siempre es un gran negocio.

Ni tiene por qué serlo. Que no genere millones no quiere decir que no sea una alternativa; incluso, una alternativa superadora a otras formas de transporte. Sólo implica que, sin el turbo del dinero, la difusión de la propuesta será más lenta. Por suerte existen multitud de redes sin fines de lucro y organizaciones de pares que permiten coordinar viajes, ahorrar combustible y emisiones de carbono, sin enriquecer a nadie pero empobreciendo menos a unos cuantos. Se organizan en plataformas online para proponer viajes, tanto como conductor que busca pasajeros o como pasajero que precisa quién lo lleve. Los costos se reparten en partes iguales, sin ganancias extra.

En Argentina, la más importante de estas redes es Carpoolear, creada por la ONG STS Rosario, que nuclea a más de 35.000 usuarios que acceden con su perfil de Facebook desde su navegador web o bajando las apps de Android o iOS. Otra opción es Ruta Think Blue, la plataforma abierta creada por SincroPool en asociación con Volkswagen. También hay grupos en Facebook donde los usuarios se conectan directamente para coordinar sus viajes, de forma más caótica pero igualmente efectiva; el más numeroso en Argentina es Grativiajes, con viajes de y hacia todo el país.

Es una pena que una plataforma tan desarrollada como Tripda se retire, sobre todo para sus usuarios. Pero la cultura de compartir viajes no se pierde. El cierre de Napster fue apenas el principio del intercambio de música p2p en internet. Una vez que el genio se escapa de la lámpara, es difícil volverlo a encerrar.

Agradecemos a Gabriel Weitz por acercarnos los datos fuente para este post.

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