Cumbre Global Creative Commons 2018: una red por el conocimiento abierto
Hoy comienza en Toronto el encuentro global de Creative Commons, o Creative Commons Global Summit. Unas 300 personas de todo el mundo se reúnen para pensar en conjunto cuáles son las mejores estrategias para abrir y compartir los bienes comunes creativos: los productos culturales y el conocimiento. Habrá unas 150 sesiones y actividades, hasta el domingo a las 18.
Creative Commons está en plena reestructuración. En el Global Summit 2017 se lanzó la iniciativa de construir una nueva red global de individuos, algo que ya está funcionando y que se revisará en este encuentro.
El programa está dividido en siete tracks, o temas: Red Global de Creative Commons, Creative Commons y las nuevas tecnologías, Futuro de los comunes, GLAM (galerías, bibliotecas, archivos y museos), Legales y reforma de las leyes de propiedad intelectual, Educación abierta y acceso abierto, Comunes centrados en los usuarios. Además habrá tres conferencias centrales y un «bazar abierto» a modo de feria de exposiciones.
Futuro de los comunes es el track que investiga las relaciones entre Creative Commons y otras organizaciones que trabajan por los bienes comunes, los creativos y también otros: el conocimiento en sentido amplio, los espacios digitales, los recursos naturales. Y en ese track participamos, tanto en la edición de 2017 como este año 🤩.
El año pasado propusimos la sesión ¿Qué es exactamente una iniciativa orientada a los bienes comunes, y cómo hacerla sustentable? Esta vez compartiremos un panel de charlas cortas mañana sábado, en el acogedor horario de las 8 de la mañana. Nuestra charlita se llama «Emancipate de la esclavitud mental: cómo hacer a los bienes comunes sexis otra vez». Irá en conjunto con “Software o open source? GPL o BSD? Hay una elección mucho más importante», de Evan Leibovitch, y «Mi mundo, mis datos, yo», de Alexandros Nousias.
Algunas sesiones del encuentro podrán seguirse a través de la plataforma Virtually connected. Además estaremos cubriendo, primero a través de las redes sociales de el plan C -principalmente Twitter, @elplancnet– y más tarde, con la debida crónica.